Por Luis Cuvertino Gómez. Gobernador Regional
Esta semana nos reunimos con la Ministra de Defensa, Adriana Delpiano, para abordar una materia de suma importancia para nuestra región: la Política Nacional de Construcción Naval, una política pública que busca fortalecer un ecosistema productivo en torno a la industria naval en Chile, donde Valdivia ha asumido un rol protagónico gracias al trabajo de más de cinco décadas de ASENAV, los astilleros presentes en la comuna y la formación de muchas generaciones de ingenieros navales.
Al igual que Valparaíso, Talcahuano, Puerto Montt y Punta Arenas, nuestra capital regional se ha consolidado como un referente en la construcción naval. Contamos con capital humano calificado y una base industrial sólida, lo que nos abre una enorme oportunidad de desarrollo en términos de empleo, innovación, especialización y alianzas estratégicas entre privados, universidades, IP y el sector público.
La reciente conformación del Comité de Construcción Naval a nivel de ministerios y coordinado por CORFO, marca un paso relevante. Esta instancia permitirá articular acciones con presupuesto comprometido para el próximo año y con la participación activa de diversos actores públicos y privados. Los Gobiernos Regionales, en particular, tenemos la responsabilidad y la convicción de ser aliados estratégicos para que esta política nacional se traduzca en beneficios concretos para nuestros territorios.
En este camino, Valdivia posee ventajas únicas. No solo contamos con una industria sostenible, sino también con la tradición académica de la Escuela de Ingeniería Naval de la Universidad Austral de Chile, que ha formado generaciones de profesionales y técnicos altamente calificados, hoy reconocidos en Chile y el mundo. Complementariamente, desde nuestra región nos parece necesario también impulsar un programa de “Barcazas para Chile”, que permita dar respuesta adecuada a la conectividad fluvial y marítima.
Nuestra región es un nodo de innovación, con todas las condiciones para proyectarse a nivel nacional e internacional, sin embargo, el Estado de Chile debe garantizar el aval a sus créditos y construcción continua para darle estabilidad económica y competitividad internacional. Los 8.000 kilómetros de costa, incluyendo todos los entornos geográficos, deben transformarse en una plataforma para la construcción de embarcaciones y el desarrollo tecnológico. La decisión del Gobierno de encargar a esta industria la construcción de las naves de la Armada de Chile confirma que no hablamos de promesas, sino de hechos concretos.
El desafío es claro: descentralizar el crecimiento, generar empleos de calidad, atraer inversiones y consolidar nuestras capacidades locales. Como región, tenemos historia, talento y recursos. Ahora debemos dar el paso decisivo para que Valdivia y Los Ríos se consoliden como el corazón de la construcción naval de Chile.
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