
Durante el debate, Mayne-Nicholls se desmarcó de la confrontación directa entre José Antonio Kast y Jeannette Jara, optando por instalar un tono más sereno.
EL GONG, SANTIAGO- El primer debate presidencial dejó varias postales políticas, pero una de las sorpresas más notorias fue la irrupción de Harold Mayne-Nicholls, candidato independiente, quien no solo destacó por su estilo moderado y propuestas humanitarias, sino que además alcanzó un inédito nivel de interés ciudadano: en estos momentos es el candidato más buscado en Google, concentrando un 25% de las consultas, y también se ubica entre las principales tendencias en X (antes Twitter).
Un inicio marcado por la moderación
Cuando los periodistas abrieron la discusión con la pregunta sobre el intervencionismo político en las campañas, Mayne-Nicholls se distanció de la confrontación:
“Hemos tenido demasiados tópicos rayando en la agresividad personal. Eso en nada contribuye”.
Su frase contrastó con el duro cruce entre José Antonio Kast y Jeannette Jara, quienes intercambiaron acusaciones de mentiras y uso de bots. Mientras otros optaron por atacar, Mayne-Nicholls buscó instalar un debate de ideas, ganando un espacio de serenidad en un clima tenso.
Propuestas en salud: telemedicina y Fonasa
Uno de los puntos altos fue su intervención en el tema de las listas de espera en salud, donde presentó propuestas concretas y diferentes al resto:
- Reimpulsar la cobertura complementaria de Fonasa.
- Fortalecer la telemedicina como herramienta para acercar atención a zonas alejadas.
- Restablecer copagos tope y reembolsos automáticos.
- Cambiar el paradigma:
“El hospital tiene que salir a atender a los pacientes”.
Con estas ideas, Mayne-Nicholls puso sobre la mesa un enfoque práctico, que apunta a eficiencia y cercanía, en contraste con las promesas de plazos cortos que ofrecieron otros candidatos.
Seguridad con prevención y humanidad
En el bloque de seguridad, mientras Kast, Kaiser y Parisi defendían medidas de mano dura como militarizar zonas y endurecer la legislación, Mayne-Nicholls insistió en otro camino:
“La prevención es clave para terminar con la industria del miedo”.
Al abordar migración, cuestionó con firmeza la propuesta de Franco Parisi de instalar minas en la frontera norte:
“Tenemos que ponerle humanidad a nuestras palabras. Por ningún motivo las minas antipersonales”.
Su postura marcó un contrapunto frente a las políticas más duras de sus adversarios, subrayando la necesidad de equilibrio entre seguridad y respeto a la dignidad humana.
Salud mental y jóvenes: un sello distintivo
En los cara a cara, Mayne-Nicholls volvió a diferenciarse al interpelar sobre la salud mental de niños, niñas y adolescentes. Su propuesta fue invertir un 5% del presupuesto en salud exclusivamente para esta área:
“No es sano que un joven no quiera seguir viviendo. Hemos perdido el norte ahí”.
En su mensaje final, reforzó este énfasis:
“Mi trabajo social me ha permitido desarrollar proyectos. En uno de esos me acerqué a jóvenes de 14 años y les pregunté por qué no estaban en el colegio. Un país donde un joven de 14 años perdió la esperanza, quiere decir que el país perdió el alma”.
Este enfoque humanitario lo posiciona como el único candidato que puso la salud mental y la esperanza de la juventud en el centro del debate.
Un candidato de centro pragmático
Cuando fue consultado por su identidad política, Mayne-Nicholls se definió con claridad:
“Me considero una persona de centro, pragmático, concreto y moderado”.
En un escenario donde varios candidatos reforzaron polos ideológicos, él se presentó como una alternativa de equilibrio. Este discurso puede resonar en electores desencantados con la confrontación, que buscan propuestas viables y un estilo menos agresivo.
Balance y proyección
Harold Mayne-Nicholls no es ya solo un “candidato sorpresa”: es una de las pocas figuras que ha logrado combinar visibilidad digital, propuestas sociales reales y discurso moderado, sin caer en polarizaciones excesivas. En un ambiente donde muchos apuestan por el grito, los escándalos o las posiciones extremas, él apuesta por algo diferente: servir, unir, generar confianza, cambiar desde la empatía y la gestión.
Si logra capitalizar esa distinción, sostener su campaña con equipo y proyección institucional, podría convertirse en un actor importante del tramo decisivo de la elección. Pero si no logra convertir su buena imagen en apoyo electoral concreto, podría terminar siendo solo una voz respetable más en el coro de la campaña presidencial.
Más noticias
Del choque Kast–Jara al ascenso de Matthei y Mayne-Nicholls: claves del primer debate presidencial
Persecución de vehículo robado termina en Puerto Varas con detenido por homicidio frustrado a Carabinero
Fiscalía no persevera contra exgobernador de Los Lagos Patricio Vallespín en Caso Convenios