El economista defensor del libre mercado se ha convertido en un fenómeno político gracias a sus radicales propuestas que incluyen la dolarización de la economía y legalizar la venta de órganos.
«No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”.
Con esta frase, el candidato a la presidencia de Argentina Javier Milei, representante del partido La Libertad Avanza, definió su desembarco en la política y su sorpresivo triunfo, este domingo, en las elecciones primarias del país.
Con un 30% de los votos, Milei, de 53 años, se convierte así en favorito para ganar las elecciones presidenciales, que se realizarán el próximo 22 de octubre.
El candidato, que se define como de orientación libertaria, sobrepasó a las dos fuerzas que han gobernado durante las últimas dos décadas: el macrismo (Juntos por el Cambio), que obtuvo el 28% de los votos, y la coalición oficialista peronista-kirchnerista, Unión por la Patria, que sacó el 27%.
Pero aunque el resultado sea sorpresivo -las encuestas apenas le daban un 20% de los votos-, lo cierto es que Javier Milei se ha convertido en un polémico fenómeno político en Argentina en los últimos años.
Economista y amante de los perros, Milei ha sacudido los debates polìticos de los últimos años con propuestas como dolarizar la economía, privatizar las empresas públicas del Estado y cerrar (“dinamitar”, en sus propias palabras) el Banco Central.
También ha lanzado ideas como la de permitir la compraventa de armas en la Argentina y la venta de órganos.
A esto se suma su oposición a la legalización del aborto y la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas.
Pero tal vez su crítica directa a los sectores tradicionales de la política argentina, a quienes llama de forma despectiva la “casta”, ha sido lo que lo ha llevado a conectar con los electores más jóvenes, descontentos con el actual estado de cosas en el país.
Milei ha sido comparado con otros políticos de extrema derecha como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y el de Brasil, Jair Bolsonaro.
«Hemos logrado construir esta alternativa competitiva que no solo dará fin al kirchnerismo sino que además dará fin a la casta política parasitaria chorra (ladrona) e inútil que hay en este país”, aseguró una vez se hicieron oficiales los resultados.
Pero, ¿cuáles son sus propuestas, que muchos analistas han calificado algunas de ellas como “radicales y excéntricas”?
«Dinamitar el Banco Central»
Actualmente Argentina vive una situación crítica debido a la alta inflación que el año anterior alcanzó el 100% anual.
Y de hecho, el fenómeno de Milei comenzó con él, que es economista de la Universidad de Belgrano, participando en programas de televisión como analista económico.
En estos programas fue armando lo que es la base de su propuesta económica: primero, la dolarización de la economía, imitando el modelo de otros países de la región como Ecuador.
“Los ecuatorianos están muchísimo mejor que los argentinos. Los números de Ecuador son impresionantes. Se multiplicó por diez el ingreso y se pulverizó la inflación”, le dijo Milei al diario español El País.
Segundo, el cierre del Banco Central. Milei ha sostenido en varias entrevistas que la creación de esta entidad -ocurrida en 1935- fue el inicio de todos los problemas del país.
Tercero: una drástica reducción en el gasto público. Entre sus propuestas se incluye la reducción de ministerios presidenciales a solo ocho (actualmente hay 18 ministerios, sin contar otras agencias del Estado).
“Estamos dedicados a analizar una reforma del Estado donde pueda lograrse más eficiencia y menores costos. El gasto público total tiene que reducirse, pero no por cortes abruptos, ni mucho menos por licuación con la inflación, sino dando prioridad a ciertos gastos”, le dijo al diario argentino La Nación Diana Mondino, economista de Ucema y miembro del equipo de gobierno de Milei.
El candidato de La Libertad Avanza propuso la reducción de subsidios a las empresas que prestan servicios y que el valor de la tarifa real sea transferido a los usuarios.
Otra propuesta que está en la carpeta es retirar el cepo al dólar, que es una medida actual que limita la cantidad de dólares que un ciudadano argentino puede adquirir por mes.
Estas propuestas, especialmente la de dolarización del país y la del cierre del Banco Central, han recibido fuerte críticas de otros expertos económicos.
“La propuesta de cerrar el Banco Central significa retroceder a una discusión ya saldada dos siglos atrás”, señaló el economista Guido Agostinelli al diario Página 12.
El economista argumenta que el Estado necesita una regulación del mercado financiero para resguardar los ahorros de los ciudadanos y agrega que ningún país desarrollado existe sin un banco central
“La experiencia más reciente donde no se pudo garantizar los depósitos de los ahorristas fue con el “corralito” de Domingo Felipe Cavallo al frente del Ministerio de Economía, que justamente hoy es reivindicado por toda el ala libertaria”, añadió.
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