Empresario acusado de filtrar los audios había contratado a Hermosilla y Villalobos meses antes.
El tridente empresarial se encuentra hoy enfrentado a muerte no solo por el lío financiero sino también por la arista soborno y violación de conversaciones privadas, que implica a sus abogados, comunes en su momento.
Héctor Cossio López, editor general de El Mostrador, hace hoy un descarnado enfoque del denominado “caso coimas”, tras la revelación del audio que auto inculpa (fue grabado por la ahora imputada, abogada Leonarda Villalobos), al catalogado “abogado del poder” (Luis Hermosilla) y sus clientes, presunto ilícito que está siendo investigado por la Fiscalía y que ya está arrojando sus primeros resultados, cada cual, con impacto, incluso, por sobre el audio incriminador difundido. Así lo demuestra también el periodista del decano de la prensa electrónica en Chile y cuyo texto íntegro, nos permitimos reproducir.
Meses antes de que explotara el caso Hermosilla, el abogado junto a Leonarda Villalobos habían tomado la representación legal de Rodrigo Topelberg, el exsocio y enemigo de Daniel Sauer, quien hoy es precisamente sindicado como el difusor de los audios.
La historia tras la divulgación de los audios –conocida como caso Hermosilla o caso Coimas– que hundieron seriamente el prestigio profesional del abogado del poder Luis Hermosilla Osorio, no deja de dar sorpresas, siendo cada paso de esta un capítulo aparte.
Meses antes de que estallara el mayor escándalo de su carrera, en una trama que cruza el soborno, la vendetta, la traición y las malas prácticas, el empresario Rodrigo Topelberg –sindicado hoy día como el primer destinatario de la grabación oculta, así como el responsable de su difusión– había contratado los servicios precisamente de Luis Hermosilla y de la abogada que grabó el audio, María Leonarda Villalobos, para que lo defendieran de la investigación que en mayo de este año abrió la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) contra STF, la empresa de corretaje de bolsa creada en 2015 por los hermanos Daniel y Ariel Sauer, junto al propio Topelberg.
De este modo, Hermosilla y su colega Villalobos –a quien califica en los audios como una “psicópata bien orientada”– formaron parte, en la génesis de este caso, de un intríngulis que los mantuvo indistintamente como representantes legales –y ciertamente con acceso a información privilegiada– tanto de Rodrigo Topelberg como de Daniel Sauer, empresarios que se encuentran hoy enfrentados a muerte no solo por el lío financiero sino también por la arista soborno y violación de conversaciones privadas.
Esta historia se cuenta así:
Lo hermanos Daniel y Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg se encuentran hoy en las antípodas de lo que fue en su minuto una buena amistad que se extendió a los negocios, siendo dueños de la empresa de factoring Factop y de la corredora de bolsa STF, que ingresó como tal a la Bolsa de Comercio de Santiago en 2021, tras comprar el negocio a Tanner.
Las primeras irregularidades comenzaron a recorrer los pasillos de Sanhattan en marzo de este año cuando la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) –organismo que supervisa la actividad de las entidades financieras– informó la suspensión provisional de las operaciones de STF. En menos de dos meses, vale decir, ya en mayo, la CMF decidió abrir una investigación formal, tras detectar la entrega de información falsa al mercado y de fallas en los sistemas de control y de riesgo de la corredora.
Con el escándalo comenzando a escalar de manera significativa y con al menos 100 clientes respirándoles en la oreja tras sentirse estafados, Rodrigo Topelberg recurrió a Luis Hermosilla y a Leonarda Villalobos para que lo defendieran a través de un mandato judicial de amplia representación. Así fue que el 18 de mayo, en la Décima Notaría Santiago de Valeria Ronchera Flores, domiciliada en Agustinas 1235, Rodrigo Topelberg Kleinkopf entregó mandato judicial a Luis Edgardo Hermosilla Osorio y a María Leonarda Villalobos Mütter para que, en lo sustantivo, lo representaran “de manera conjunta, separada o indistintamente en todo juicio de cualquier clase y naturaleza que sea y que actualmente tenga pendiente o le ocurra en lo sucesivo”. El documento quedó plasmado en el Repertorio No 6083-2023.
Hasta aquí Hermosilla y Villalobos estaban a la cabeza de las representaciones de los socios tanto del factoring Factop como de la corredora de bolsa STF. Como una bola de nieve, los problemas entre los Sauer y Topelberg desencadenaron recriminaciones cruzadas y amenazas de querellas entre ambos. Topelberg revocó el mandato a Hermosilla, dado que también era el abogado de Sauer, y contrató los servicios de Miguel Schürmann.
En la querella presentada por Rodrigo Topelberg en contra de Ariel y Daniel Sauer el 31 de julio, se acusó a los Sauer de crear un mecanismo de emisión de facturas ideológicamente falsas para obtener dinero del mercado de valores y de operar como prestamistas informales para favorecer a ciertos grupos empresariales, como la familia Jalaff, uno de los principales accionistas de la compañía inmobiliaria Patio.
Según las declaraciones que ha sostenido Villalobos en la Fiscalía, la famosa grabación secreta la realiza ella misma antes de la presentación de esta querella. Actuando como abogado de Sauer, en los audios se escucha a Hermosilla aludir a Topelberg diciendo: “Este huevón (Topelberg) va donde un abogado y dice ‘nosotros tenemos que ir a un abogado (Schürmann) y denunciar todo esto’. Y el huevón toma un número y dice: ‘Yo quiero decir que derivado de mi negocio con estos señores, estos señores pa pa pa’. Y lo cuenta él. Ahí tenemos que cerrar el negocio, agarrar los pitos y a Jamaica”.
Días después, el 8 de agosto pasado, el regulador informó de la cancelación definitiva de STF del registro de corredores de bolsa y la aplicación de una multa de unos 560 mil dólares a la firma por proporcionar información falsa al mercado, efectuar operaciones con el objeto de fijar el precio de un valor, realizar operaciones ficticias, no cumplir con los índices de cobertura patrimonial y realizar operaciones de su giro pese a estar suspendidas sus actividades. Para los hermanos Sauer la multa fue de 750 mil dólares, mientras que al exgerente general, Luis Flores, se le aplicó una sanción de unos 448 mil dólares. A los tres los inhabilitó por cinco años para ejercer labores de directores o ejecutivos de empresas fiscalizadas por la CMF.
Luego que Ciper revelara los audios, la estrategia de Daniel Sauer ha estado en centrar la polémica en quién difundió la conversación privada, sosteniendo que el autor fue un exsocio suyo, en alusión directa a Rodrigo Topelberg.
Mediante un comunicado firmado por el Equipo Legal Rodrigo Topelberg –compuesto en lo civil por José Clemente Coz y en lo penal por Alejandro Awad y Miguel Schürmann–, señalaron que “ante las recientes declaraciones de Daniel Sauer, desmentimos tajantemente que algún miembro del equipo legal de Rodrigo Topelberg haya comprado o divulgado el audio en cuestión, lo cual no responde más que a una estrategia que busca desviar la atención de las estafas cometidas por él y su hermano”.
Sin embargo, la autora de la grabación, la abogada Leonarda Villalobos, a través de una mensajería de WhatsApp que dio a conocer La Segunda, le manifiesta al propio Topelberg sentirse traicionada por él y lo acusa de difundir los audios que ella le pasó. Acusación que este último niega.
La naturaleza de la relación entre Topelberg y la colega de Hermosilla es parte de la investigación que dirigen los fiscales de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente, pero lo cierto –según se desprende de sus propias declaraciones– es que Villalobos estuvo cumpliendo el rol de “doble agente”, que pudo haber tenido su origen en el mandato judicial que le concedieron Topelberg y los hermanos Sauer al abogado Luis Hermosilla.
(Fotografia: El Mostrador)
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