Así lo revelan los resultados de una encuesta realizada por Fundación Generación Empresarial (FGE) a 34 grandes organizaciones, sondeo que mostró también que la cantidad de denuncias recibidas en período de pandemia no experimentó cambios significativos y que tanto directores como gerentes están trabajando de mejor manera para fortalecer la cultura de integridad en las organizaciones.
Santiago, diciembre de 2021 (ELGONG).- La pandemia ha redefinido el funcionamiento de las empresas, modificando las prioridades y las preocupaciones de los trabajadores. Así lo reveló la encuesta “Visiones comunes y cambios en los desafíos que enfrentamos en materia de compliance”, realizada por Fundación Generación Empresarial (FGE) y en la cual participaron representantes de 34 empresas socias, principalmente gerentes legales y oficiales de cumplimiento.
“El compliance, entendido como el conjunto de procedimientos y políticas internas adoptadas por las empresas para identificar los riesgos legales a los que están expuestas y crear mecanismos de prevención, es un tema que les preocupa y en torno al cual han estado trabajando activamente en este período pandémico. Así se deduce del sondeo que realizamos”, aseguró Fernanda Hurtado, gerente general de Fundación Generación Empresarial.
Ante la pregunta, ¿Cuáles son los principales desafíos para el compliance de la organización en la actualidad?», las respuestas más mencionadas entre las alternativas de opción múltiples fueron: agotamiento de los equipos por teletrabajo (44%), problemas de salud mental entre los colaboradores (35%), dificultad para controlar los riesgos del compliance (35%) y debilitamiento de la cultura organizacional (35%).
En materia de riesgo de ocurrencia de conductas antiéticas en la empresa durante el período de pandemia, un 67,6% de los encuestados afirmó que creían que esto se mantuvo igual, un 29,4% dijo tener la percepción de que hubo un aumento y un 2,9% que disminuyó.
Respecto de las denuncias realizadas internamente durante los casi dos años de emergencia sanitaria (de acuerdo con las alternativas de respuestas múltiples), el sondeo arrojó que en un 61,8% de las empresas la cantidad de estas se mantuvo igual, mientras que en un 20,6% aumentó y en un 17,6% bajó.
EL APORTE DE LOS DIRECTORES Y GERENTES
La encuesta también consultó a los participantes por el rol de los directorios en la profundización de la cultura de integridad al interior de las organizaciones, un tema que es de especial preocupación para FGE. Al respecto, un 50% de los sondeados dijo que dichas instancias ayudan y un 2,9% que no lo hacen, mientras que el porcentaje restante calificó el aporte con evaluación intermedia.
En lo que se refiere a calificar el compromiso del directorio con los temas relacionados con la integridad y propósito de la organización durante la pandemia (en una escala de 1 a 7), los encuestados le pusieron un 5,8, nota que es mejor que el 5,6 con el cual evaluaron su desempeño antes de la crisis sanitaria.
En tanto, también se detectó una percepción de mayor compromiso de los gerentes con el tema de la integridad, pues estos fueron calificados con nota 6,1 respecto de su actuar en período de pandemia, tres décimas más que en la etapa previa, en que su quehacer fue evaluado con un 5,8.
Otro de los temas por los cuales se preguntó fue sobre las medidas destacables que han adoptado las empresas durante la crisis del Covid-19 para trabajar activamente en torno a la integridad. Los participantes del estudio mencionaron entre ellas: la certificación del modelo de prevención de delitos, la creación del mes de la integridad, la semana de compliance, aumento de acciones de comunicación interna e implementación de un área de compliance, entre otras.
«El sondeo es un instrumento que nos permitió medir lo que percibimos en ocho encuentros que tuvimos durante 2021 con socios de FGE y en las reuniones que realizamos con directores de empresas chilenas. En todas ellas los líderes manifestaron su preocupación por la vulnerabilidad que percibían y comentaron sobre las acciones que estaban adoptando”, acotó Fernanda Hurtado.
A su juicio, resulta clave “capacitarse en forma continua en temas de integridad y compliance, pues esto permite entrenar un ‘músculo’ que si no se ejercita se atrofia. Los entrenamientos contribuyen a fortalecer la cultura interna, pues permiten conectar estos temas con los valores de la empresa y levantar alertas tempranas sobre comportamientos inadecuados, lo que es clave para construir un Chile más íntegro», concluyó.
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