La Convención Constitucional está creando la consolidación de los enemigos de los cambios y gente que estuvo numerosas veces en el poder y quienes fueron parte reciente de la historia política de Chile, se han agrupado en un grupo político denominado “los amarillos”, para contrarrestar los pronunciamientos de la CC de manera de “moderarlos” al gusto del consumo de sus respectivos intereses y acercar sus decisiones a los poderes fácticos que siempre han representado.

Curiosamente estos personajes, como Andrés Velasco, Soledad Alvear, Patricio Walker, Carlos Peña, junto a otros columnistas de “El Mercurio” -tribuna ideal para la causa – jamás hicieron absolutamente nada por cambiar las cosas, tales como la desigualdad, los abusos, las inequidades por doquier, las injusticias del sistema, por el contrario, lo que hicieron en su oportunidad fue disfrutar del poder y ser parte de las corrupciones más diversas del país.

Recientemente, el periodista señor Javier Rebolledo nos envió su libro “La Guerra de Harvey” dedicado a las denuncias del capitán Harvey dado de baja, de las enormes redes de corrupción en el Ejército de Chile, donde “the tip of the iceberg” es la condena vergonzosa del ex Comandante del Ejército general Oscar Izurieta Ferrer, (hijo del general Oscar Izurieta Molina, Q.E.P.D. que ocupó el mismo cargo) siendo el número 59 de los altos oficiales sometidos a proceso por robos al propio Ejército, amén en este caso, de las maniobras por esconder sus bienes – como todo presunto delincuente – con traspasos a su hijas y yernos, con el no menor agravante que ambos con Fiscales del Ministros Público, o sea funcionarios que investigan a los ciudadanos que transgreden las leyes. O sea “el gato a cargo de la carnecería”.

El general Izurieta cumple prisión preventiva en el Regimiento de Peñalolén que se llama: “Regimiento Oscar Izurieta Molina”, espantosa coincidencia….

En el libro, que debieran leer “los amarillos” y encontrar los fundamentos del porqué Chile necesita urgentemente un cambio, se relata con lujo de detalles debidamente documentados, los pagos del Departamento de Comunicaciones del Ejército a columnistas y periodistas para influir en la opinión pública y tapar los actos corruptos que se han denunciado. Llama la atención las páginas que se dedican al periodista Emilio Sutherland, a quien creíamos de tan impecable desempeño, incluido sus reportes sobre en exsenador Lavanderos, quien en esos dramáticos días denunciaba en el parlamento el abuso de las mineras privadas del cobre chileno. Curioso…le encontraron su “talón de Aquiles” para servir otros intereses más relevantes que la justicia.

No existe ningún miembro del grupo de los amarillos que por acción u omisión no hayan sido parte de las redes de corrupción que ahogan nuestra democracia.

Por acción u omisión, por aportes intelectuales o bien por ejercicio del poder, todos estos amarillos han sido parte del Chile se condujo al mayor estallido social del siglo en las plazas y las calles del país.

La concertada y millonaria campaña de descrédito de la CC pretende dar resultados y doblegar la voluntad popular con el poder del dinero y la propaganda en redes sociales y medios de comunicación. Millones de dólares se están invirtiendo en esto.

Lo grave de estas gestiones, subliminales muchas de ellas, es no medir las consecuencias de sus actos, no medir qué ocurrirá en Chile si hacen fracasar la CC y el caos e inestabilidad que se puede generar, la que no es aventurado especular en alguna forma de guerra civil.

En el libro de Rebolledo, y en una reciente entrevista televisiva del Capitán de Ejército dado de baja por denunciar actos de corrupción, se señala que, en los últimos meses, generales del alto mando del Ejército han sostenido reuniones sociales de camaradería con destacados empresarios integrados al Ejército, se citan a Andrónico Luksic, quien otorga unas becas a oficiales para estudiar en Georgetown, con Luis Enrique Yarur, dueño del BCI, con A. Angelini, dueño de Copec y Forestal Arauco, con Eleodoro y Bernardo Matte, de la CMPC, y tantos otros.

Porqué estas “reuniones y almuerzos de camaradería”, ¿porqué el Club de la Unión recientemente le regaló “tarjetas de socio” a todos los generales del alto mando?

¿Qué busca y qué se protege en toda esta andanada comunicacional?

¿Qué papel juegan “los amarillos” en toda esta red que llama poderosamente la atención de cualquier sereno analista?

¿Frente a qué está realmente el país?

About Author

Abrir chat
1
Hola como estás, cuéntanos en que te podemos ayudar