A propósito de la emergencia ocurrida esta noche en uno de los sectores residenciales de Fresia, así como en otras localidades de la región, y atendida la onda polar que ONEMI ha pronosticado para la región y, consecuentemente Fresia, (hasta el lunes 28), resulta conveniente e imperioso, seguir las instrucciones, por ejemplo, de la Dirección de Seguridad y Salud en el Trabajo de Mutual de Seguridad CChC, que se nos ha hecho llegar, para conocimiento público.
LOS CUIDADOS
· Eléctricas, a gas o a parafina, las estufas resultan ser nuestras mejores amigas para combatir el frío en el hogar durante las estaciones más heladas, pero pueden convertirse en un riesgo si las utilizamos sin las precauciones adecuadas. Tener ojo con el lugar en el que las ponemos, con su correcto apagado o su mantención, son algunas de las claves.
Con junio comienzan las temperaturas más bajas y las estufas -ya sean eléctricas, a gas o a parafina- comienzan a ocupar un lugar primordial en los hogares chilenos, como una de las fuentes de calefacción más comunes.
No obstante, su incorrecto uso o mantención pueden provocar una serie de complicaciones, desde intoxicaciones hasta incendios, por lo que el Director de Seguridad y Salud en el Trabajo de Mutual de Seguridad CChC, Octavio Caldera, entrega los siguientes consejos para utilizarlas con precaución, según su tipo:
ESTUFAS ELÉCTRICAS
Lo ideal es que antes de encenderla, se verifique que el enchufe en el que se conectará está en buen estado y que no cuenta con una alta confluencia de energía (o sea, que no está sobrecargada de muchos otros artículos eléctricos).
Adicionalmente, lo ideal es que la estufa eléctrica se conecte directamente al enchufe de pared y no a través de un enchufe ladrón o de una zapatilla, asegurándose de desconectarla cuando esté apagada.
Es recomendable que la estufa cuente con termostato, lo que permitirá que se apague automáticamente cuando el ambiente haya alcanzado una temperatura adecuada. Esto, además de ser seguro, ayuda a ahorrar energía.
Tenga presente que las estufas eléctricas resultan peligrosas en espacios con humedad en el ambiente, como cocinas o baños, por lo que evite su uso en dichos lugares.
ESTUFAS A GAS
Lo primero a tener presente es que la conexión del gas (válvula y mangueras) esté en correcto estado. Si su estufa tiene un par de años, lo mejor es que realice una mantención.
Para chequear si la estufa está en correcto estado, fíjese en el color de la llama. Una llama normal deberá ser azul con tintes amarillentos y no presentar chispas.
Lo ideal es no mantener encendida la estufa por un largo rato, sino hasta que el ambiente se haya temperado, ya que la combustión sumada a la poca ventilación, puede resultar inadecuada para el organismo.
Si percibe olor a gas, detenga su uso inmediatamente.
ESTUFAS A PARAFINA
Tenga presente que el encendido y el apagado de este tipo de estufas debe ser siempre al aire libre, ya sea en un jardín, patio, terraza, balcón o, incluso, en la calle. Al encenderla, la estufa debe estar al menos 15 minutos al exterior, antes de ser ingresada a la casa. Al apagarla, lo ideal es que la estufa pueda permanecer un par de horas en el exterior.
Lo ideal es que su uso se reduzca a espacios amplios y con buena ventilación, ya que esto evita una concentración de monóxido de carbono en el ambiente y una fuerte baja de oxígeno, lo que puede terminar siendo muy tóxico para la salud.
Por lo mismo, es recomendable no mantenerla encendida por más de dos horas seguidas.
Sentir olor a parafina cuando la estufa este encendida no es normal, por lo tanto, si este es su caso, debe realizar el cambio de la mecha. Esto también se hace necesario si el artefacto ha estado sin uso durante un largo tiempo.
Chequee constantemente el nivel de parafina de la estufa ya que si esta se llegara a apagar dentro del hogar, puede generar un alto nivel de contaminantes.
La recarga de la parafina debe hacerse siempre con la estufa apagada.
CONSIDERACIONES FINALES
Cualquiera sea la estufa que utilice en su hogar, tenga presente:
· Apagarla antes de dormir: Ya sea en la noche o si se dispone a dormir una siesta, nunca se duerma con la estufa encendida.
· Mantenerla alejada de elementos combustibles: Lo ideal es que no ubique la estufa cerca de cortinas, ropa de cama o muebles. Lo mismo con limpiadores domésticos, aerosoles o aceites que, de hacer contacto con el calor, pueden provocar quemaduras o, incluso, generar una explosión.
· Ubicarla donde no moleste: Ubicar la estufa donde entorpezca el paso normal de los integrantes de la familia, puede provocar accidentes.
· Utilizarla sólo para su propósito: Ocupar la estufa para secar ropa mojada o húmeda, así como para calentar comida, puede resultar muy peligroso.
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